Agricultores trabajan en pro del bienestar alimenticio de las familias nicaragüenses


Don Edgard José Cabrera, productor en el municipio de Nandaime (Granada), aprendió gracias a su padre a recompensar la tierra por todos los beneficios que esta brinda. La forma es muy sencilla: practica la agroecología.

Cabrera aceptó la responsabilidad de manejar las 156 manzanas de tierra de su familia hace 11 años. Explica que esta práctica le ha permitido crear costumbres agrícolas para producir alimentos sanos y nutritivos, explotando los recursos del campo sin necesidad de utilizar fertilizantes químicos.

“Quise convertirme en un reciclador, hago mis propios abonos orgánicos para integrar a los suelos que están degradados, para mejorarlos y poder hacer un cultivo de mejor calidad, no utilizo sustancias que vengan de otro lugar o que contengan agroquímicos, estoy haciendo diversas mis parcelas”, refiere Cabrera.

Supervivencia

El señor Edgard relata que constantemente recuerda a las personas que tienen contacto con él que en el campo sí hay vida.

“Yo por ejemplo tenía once variedades de frijoles con las sequías perdí algunas, pero me quedaron nueve. De maíz tengo cuatro variedades. Siembro yuca, chaguite, limón, mandarina, naranja, mango, nancite, guayaba, caimito, coco, todo para no andar comprando en el mercado. Tengo aves de corral y ganado porque necesitamos el estiércol para el abono orgánico”, comenta el productor.

Cabrera alega que en sus planes a futuro están infiltrar agua en el suelo y así hacer diques, acequias y piletas. “Quiero almacenar agua, con las lluvias se llenan, pueden dilatar hasta tres o cuatro días así. Todo lo que estoy haciendo me está dando resultados muy sostenibles, me ha ido abriendo puertas, incluso hay gente de otros lados que me visita”, detalla el señor.

Por otro lado, Leonel Calero, dueño de más de dos manzanas de tierra en la comunidad El Mojón, de Masaya, detalla que en los 20 años que lleva como agricultor, ha practicado la agroecología, conservando el suelo, evitando las quemas, poniendo cortinas rompevientos, elaborando insecticidas naturales, camas biointensivas, trampas de agua, entre otras técnicas agroecológicas.

“He visto los resultados, todos los materiales vegetativos salen de la misma finca, ya no dependemos de los viveros, de comprar materiales externos, todos están aquí mismo, la agroecología no es tan fácil ejecutarla, pero tampoco imposible. Es la mejor práctica para alimentar bien a todas las personas, todos deberíamos de trabajar en ese sentido para obtener más oportunidades, pero para eso debemos de tenerle mucho amor al suelo, es esencial ”, subraya Calero.

El agricultor Edgard Cabrera, quien está organizado en la Alianza Semillas de Identidad, busca incentivar a grandes y pequeños productores a que no pongan en riesgo la semilla criolla, materia prima que los antepasados han dejado de herencia.

“La tierra es la empresa de todos los campesinos, no podemos poner en riesgo nuestro sustento y el de las familias, debemos trabajar de una forma saludable, todos debemos estar unidos para no darle paso a esas semillas modificadas o transgénicas que algunas autoridades están pensando en incorporar y que atentan contra el bienestar de las personas, recordemos: somos lo que comemos”, apunta Edgard.

FUENTE: Periódico HOY

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