Las semillas criollas, una riqueza poco valorada

Revista Enlace
Revista Enlace: Lo Primero es la Comida 2009

Antes de que existieran las casas que venden las semillas mejoradas,los campesinos producían sus semillas para la siguiente siembra; así,entre el campo y la troja, han conservado sus semillas durante cientos de años. Parte de estas semillas son variedades que por tradición se siembran en el país,y son conocidas como criollas.

Otras han sido llevadas a través de programas o de las casas comerciales y se adaptaron muy bien al lugar, o se cruzaron con semillas criollas por lo que se conocen como semillas acriolladas. Campesinos organizados en el Programa de Campesino a Campesino, se han dado a la tarea de buscar estas semillas criollas, que en algunas zonas del país ya se habían perdido.


Jorge Irán Vázquez, quien ha trabajado durante años en este programa,nos explica: “Las variedades criollas permiten a las familias tener más variedad de productos en su finca, que le aseguran comida durante el año.

La recuperación de estas semillas es importante para la familia y la comunidad,pues hay demanda de granos para hacer comidas o bebidas, como las variedades de maíz que se usan para hacer pozol, pinol, rosquillas o atol.

El rescate de las variedades criollas abarca semillas de cultivos como el maíz, los frijoles, el pipián garsa o como la lágrima de San Pedro, que es una semilla muy buscada por artesanas para hacer collares; semillas de árboles, y variedades de animales, como las gallinas indias.

Estas semillas y animales se han venido perdiendo por la introducción de semillas y razas mejoradas.

Las semillas criollas durante años se han visto como de menos, como si fueran de menor calidad, por su bajo rendimiento. Son vistas como un atraso en la producción, y no se valora la importancia que tienen en la alimentación de las familias, ni en la independencia que dan a la economía campesina, ni se valora la sabiduría que tienen los campesinos para reproducirlas y conservarlas.

La producción basada en semillas criollas no depende de si las familias tienen dinero o no, ni si se les ayuda con semillas; sólo depende de su habilidad para seleccionar la semilla y almacenarla de semillas y razas mejoradas.

El no tener semilla para la próxima siembra es una de las señales de pobreza. Un campesino sin semilla es igual que un campesino sin tierra o sin agua.

¿De qué van a comer él y su familia?

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