El pasado 20 de
mayo del 2016, tuvo lugar el encuentro nacional de bancos comunitarios de
semillas criollas y acriolladas organizado por la Alianza Semillas de Identidad
con el Lema: “Los Bancos Comunitarios de Semillas Criollas y Acriolladas Consolidan
la Soberanía Alimentaria”.
En el encuentro tuvo
lugar en el centro de capacitación IPADE y participaron más de 60 productores y productoras directivos
de bancos comunitarios de semillas de Matagalpa, Jinotega, Estelí, Nueva
Segovia, Carazo, Granada, Masaya y Rivas.
Carla Díaz, productora y directiva del
banco de semillas del Naranjo San Ramón, presentó su experiencia en la organización
del bancos intercomunitario (participan 6 comunidades) y de cómo a través del banco
han logrado formar a productores (as) y multiplicadores (as) de semillas y promotores
agroecológicos que están garantizar la producción de semillas de calidad y el autoabasteciendo a más de 135 familias en las 6 comunidades.
Por su parte Calixta Martínez, coordinadora de la
red de bancos comunitarios de semillas criollas y acriolladas de Matagalpa y
Jinotega dio a conocer el trabajo de la red, sus retos y perspectivas futuras. La
red nace en el 2012 por el esfuerzo coordinado de las organizaciones socias de
la alianza semillas en Matagalpa (FDEGL, ODESAR, PCAC-UNAG, UNAM Matagalpa). En
la actualidad la red está conformada por 110 bancos comunitarios distribuidos
en 9 municipios de Matagalpa y uno en el departamento de Jinotega.
Más de 408 bancos comunitarios de semillas
criollas y acriolladas han promovido las organizaciones socias de la Alianza
Semillas de Identidad a nivel nacional, involucrando a miles de familias
campesinas que producen con una diversa de variedades de maíz,
frijol, arroz y sorgo, adaptables a sus zonas agroecológicas, al manejo campesino
y al cambio climático.
Durante el
encuentro los productores y productoras identificaron sus principales
fortalezas y debilidades y se plantearon retos colectivos, entre lo que
figuraron: el rescate y la preservación de las semillas criollas, su mejoramiento para su evolución y adaptación al cambio climático, el autoabastecimiento y su libre intercambio y la promoción de practicas agroecológicas para preservar la biodiversidad y garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de los y las nicaragüenses.
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